martes, 15 de marzo de 2016

¡Empezaron las clases y el tiempo vuela!

Acá les recordamos un poquito como fue el comienzo de 1er grado 2016.


Leímos El corazón de Celeste (de Aida Bortnik) y con la ayuda de las familias cada uno/a pensó y recordó primero las situaciones de su vida que le hicieron crecer el corazón.
Esto dijeron los/as chicos/as:
“Me hizo crecer aprender a nadar” Elio.
“Andar en bici. Aprender a escribir. Sumar” Manu.
“Aprender a andar sin rueditas y a compartir” Lucas L.
“En mi cumple de 6. Cuando conocí a mis amigos nuevos que venían de otra escuela. Cuando aprendí a andar en bici” Vera.
“Mis cumpleaños. Empezar primer grado. Aprender a andar en bici” Luz.
“El primer día que fui al mar este verano. Hacer el primer castillo de arena. Cuando se me cayó mi primer diente” Mia.
“Andar en bicicleta sin rueditas” Guadi.
“Gatita. Escribir. Bici” Dante.
“Flotar. Pile” Valentín.
“Cuando aprendí a andar en bicicleta sin rueditas. Cuando me tiro en la pileta de bomba! Jugar al ping pong. Cuando ayudo a mi hermanito a vestirse” León.
“Cuando aprendí a tirarme a la pileta de bomba. Cuando le enseñé a mi hermanito a dar vueltas carnero en su cama. Cuando aprendí a hacer la vertical sin caerme” Cande.
“Saltar en el jumper” Ulises.
“Cuando aprendí a escribir mi nombre. Cuando nació Ivo y me trajo de regalo una mochila. Ir al gimnasio a entrenar boxeo con mi papá. Cuando nos mudamos a nuestra casa. Cuando terminé el jardín” Matteo.
“Aprender a andar en bici y a bucear” Lucas G.
“La primera vez que anduve en bicicleta. Cuando conocí a mis papás (que nací). Cuando nació mi hermanito. Cuando aprendí a escribir mi nombre. Empezar primer grado” Emma R.
“Cuando conocí a mis amigos de sala de 4. La pernoctada y el campamento. Cuando aprendí los números y las letras” Lara.
“A leer. Meterme en el mar” Luca.
“Atarse los cordones. Sumar números grandes. Sin rueditas” Felipe.
“Aprender a nadar en la pile. Aprender a caminar. Comprarle un huesito Manchas, llevarlos a pasear a Manchitas. Ir al campamento” Juan.
“Irme de viaje. Ir a la colonia. Encontrarme con mis amigas” Julia.
“Cuando nació Mora. Cuando voy de viaje” Margarita.
“Aprender a nadar y a andar en bici. Ser hermana doble mayor” Emma E.
“Jugar al fútbol. Andar en bici” Antonio. 
“Escribir. Nadar. Bici” Facu
“Aprender a nadar en el río, en el mar y en la pileta. Dibujar con colores. Jugar mucho, todo el tiempo. Leer cuentos con mis papás. Reír” Renata.
“Reglas basquet” Santi. 

Después propusimos que cada uno/a piense qué cosas les gustaría aprender, vivir, transitar en este año, para seguir creciendo.
Estos son sus deseos:
“Escribir. Nadar. Tijeras. Sumar” Santi.
“Leer. Sumar. Contar” Facu.
“Aprender a leer y escribir. Ir un día a un crucero. Saber hacer cuentos. Comprar en el quiosco. Usar la cartuchera” Renata.
“Matemática” Luca.
“Aprender a escribir” Mia.
“Me gustaría aprender más a escribir. Conocer todos los números. Me gustaría dibujar y pintar” León.
“Restar números” Felipe.
“Aprender a leer” Guadi.
“Hacer futbol y deportes. Aprender a leer. Jugar en el arenero en el recreo. Tomar clases de fotografía” Matteo.
“Aprender a escribir” Julia.
“Andar en bici sin ruedas de seguridad” Ulises.
“Aprender a leer” Vera.
“Aprender a cocinar. Aprender a leer. Aprender a andar en bici solo sin rueditas” Juan.
“Aprender a tocar el piano y la guitarra. Aprender a sumar. Aprender a inventar juegos nuevos” Lara.
“Me gustaría aprender a andar en bici sin ruedas y sin caerme! Aprender a leer un libro entero” Cande.
“Tareas” Lucas L.
“Matemática” Valentín.
“Aprender a leer y a hacer muchos trabajitos” Emma E.
“Aprender matemática” Margarita.
“Aprender a leer. Aprender a sumar. A hacer matemáticas. También a escribir” Emma R.
“Sumas. Aprender más números. Aprender a hacer música guitarra y piano” Dante.
“Quiero aprender a leer. Divertirme con mis amigas” Luz.
“Me gustaría aprender a bucear” Elio.
“Aprender matemática con números grandes” Lucas G.
“Ir a la plaza”
“Restar”


Esa noche Celeste casi no durmió, porque tenía una sensación muy extraña en el cuerpo. Una sensación que había comenzado cuando no levantó el brazo, en medio de la fila: la sensación de que algo crecía adentro del pecho. Ardía un poco, pero no era doloroso. Y pensó que , si a uno le crecen las piernas y los brazos y todo eso, lo de adentro también tiene que crecer. Pero las piernas y los brazos crecen sin que uno se dé cuenta, parejo y de a poquito. Y el corazón debía crecer así, a saltos. 
Y le pareció un pensamiento lógico: el corazón crece cuando uno hace algo que no había hecho nunca, cuando uno aprende algo que no sabía, cuando uno siente algo distinto y mejor, por primera vez.
Y la sensación extraña, le pareció buena.
Y se prometió a sí misma que su corazón seguiría creciendo, y creciendo y creciendo.

Fragmento de El corazón de Celeste Aida Bortnik

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